La mejor anécdota de mi madre y el párkinson fue conocer en Nueva York a la hija de Muhammad Ali y que nos dijera que le recordaba a su exsuegra. Atlántico la recoge aquí.
La mejor anécdota de mi madre y el párkinson fue conocer en Nueva York a la hija de Muhammad Ali y que nos dijera que le recordaba a su exsuegra. Atlántico la recoge aquí.